Por: Lizeth López Velarde Ramírez
Este lomito llegó hace más de un año a la terminal de autobuses de Ejido en Acapulco, en el estado de Guerrero y se ganó el corazón de todos los trabajadores, quienes comenzaron a darle agua y croquetas.
Pasó el tiempo y el lomito no se iba, al contrario, se hacía responsable de cuidar tanto a pasajeros como al personal, por lo que ya fue oficialmente contratado como “Supervisor de Ruta” con todo y su gaffet de empleado distinguidos.
